Antes de 1953, las mujeres en México lucharon incansablemente por el reconocimiento de sus derechos políticos. La lucha por el voto femenino fue larga y ardua, llena de obstáculos y resistencia. Sin embargo, gracias a la dedicación y al esfuerzo de muchas mujeres valientes, finalmente se logró este derecho fundamental. En 1947, se permitió por primera vez que las mujeres votaran en elecciones municipales. Este fue un paso inicial, pero significativo. Finalmente, en 1953, la reforma constitucional otorgó a las mujeres el derecho a votar y ser votadas en todos los niveles de gobierno, consolidando así la plena participación de las mujeres en la vida política del país.